jueves, 29 de abril de 2010

deranasydarcys

De pequeñas nos deberían enseñar a distinguir a un príncipe azul de una rana,
nos ahorraríamos algún que otro sufrimiento y alguna que otra decepción.
Que nos hubieran dado unas clases prácticas sobre el síndrome Darcy[1] (que nos dio a conocer la señorita fake)
y algunas perlitas más que hemos aprendido a golpe de findesemanatiradoalabasura y de repetirnos varias veces; “ahora si que no entiendo nada”.
Las historias sobre correr por el parque Ribalta y sobre bolones medicinales que lanzamos sin ser demasiado conscientes de donde van a caer, están sobrevaloradas. Da igual como lo hagas porque por muy lejos que lo lances (el bolón, digo), siempre vuelve a una velocidad absurda hacia ti y te golpea en la cabeza, al menos así espabilas y se supone que aprendes para la próxima vez, pero eso solo se supone, claro.
Me han dicho que este findesemana se va a nublar, pero he pensado que conviviré con las nubes,
me apetece inventarme algo que hacer, aunque llueva, se nuble o salga el sol y solo con las ganas de volver a inVentar, sonrío.
Y cuando suena el despertador y consigo moverme de la cama y suena Nixon y “Elígeme a mí”, veo claro que las canciones que escuchas al empezar el día posiblemente lo condicionan, lo desdibujan, lo cambian de color o te cambian de color, quien sabe.
Y quiero dejar claro ahora y aquí que no todos los hombrecillos azules son ranas o cuesta distinguirlos de ellas,
algunos regalan pipas en cantidades industriales y otros forman parte de cuentos inacabados pero con sus hadas y sus dragones y sus pequeños mundos y sus todo eso,
alguno queda por ahí,
alguno de esos de la liga de los hombres buenos,
los que por suerte van ganando la partida.
Creo que hoy hay un concierto con buena pinta en el Paranimf, y que mañana a alguno se le caerá la baba con Anni B Sweet, y que yo igual este findesemana me lo salto todo y dedico mi viernes a pelearme con una lubina hasta que acabe metiéndola en el horno y el sábado a cuidar bastones y reírme con ellos. Yo estos días los quiero para disfrutar de las nubes o no nubes o de lo que sea, solo dejaré fluir la parte de mi cabeza que todavía funciona y veré a donde me lleva, os cuento el lunes si todo ha ido bien y si no es así, seguro que nos leemos el domingo!
p.d; Tomar una nube rosa para días grises cada día le devuelve la sonrisa a cualquiera, gracias compi! gracias cuñao!
Felizviernessábadodomingo!
[1] Síndrome Darcy: creer que los hombres que son unos capullos en el fondo no lo son y en cualquier momento demostraran que no lo son (o algo así!)

martes, 27 de abril de 2010

haciadelante

En rincones escondidos y encerrados ocurren las cosas hermosas en esta ciudad.
Lugares a los que les entra la luz a través de cortinas oscuras iluminando violines y contrabajos y voces que quieres escuchar por las mañanas a modo de despertador, para que te acompañe la calma el resto del día.
El sábado me desperté en la villa de mis tíos en Benicasim, un rayito de luz se coló a través de la ventana de madera y me recordó lo que me gustaba salir con un café con leche en una mano y un libro en la otra a sentarme en el rinconcito de la terraza al que ya había invadido el color, a desayunar y a imaginar como sería el día.
Siempre es diferente despertarse en esa casa porque solo mirar por la ventana ya te cambia la perspectiva…la sonrisa aparece antes que en cualquier otro lugar. Es posible que tengan que ver los recuerdos buenos que esconde, los de infancia y los de veranos sin fin, es posible que esas imágenes te sorprendan de nuevo cuando pasas al lado del árbol que tantas veces convertiste en casa cuando eras un retaco (más que ahora) y cuando perseguías a tu primo por todo el jardín.
Amigos por la tarde y sándwiches de nocilla y música desde la habitación. Días improvisados y acompañados, en un tiempo que ya no sabes si fue mejor o peor, pero que recuerdas con tanto cariño que cada vez que lo haces te duele la distancia y el no saber borrar.
Me recupero el martes del findesemana porque tiendo a valorar mucho las cosas malas y muy poco las buenas, porque soy de las que guarda bajo llave los malos momentos y deja que se escapen los que cuentan, porque olvido muchas veces que concentrarse en las cosas que dolieron para la único que sirve es para que esas cosas duelan más.
Así que esta vez solo escribiré en la libreta de secretos sobre sonrisas y canciones y corazones de gominola. Sobre desayunos en la terraza y cañas en el charquito. Música con cine y cine con música. Conciertos escondidos y encerrados a los que les da la luz y que te ponen los pelos de punta. Reencuentros echados a perder porque al final se nos olvida que hablar siempre es lo más sencillo. Risas con los que van y vienen pero que al final es verdad que siempre están. Cumpleaños al sol que nos recuerdan que nos hacemos mayores antes de hacernos adultos. Compartir las cosas que nunca dices porque los demás han decidido que hablar de lo que has perdido siempre les pone un poco triste. Ser yo la que olvida y da el primer paso porque por algún sitio hay que empezar. Nuevos tesoros para la colección de cosas que nunca te dije…
Empiezo a pensar que llenar solo de todo lo bueno una libreta que me regalaron para todo lo bueno no puede ser malo, y que si consigo que realmente así sea, leer esa libreta será como aquellas tarjetitas de colores que leía y releía por las noches antes de dormir y tendrán el mismo efecto y el mismo poder, que en su momento me pareció asombroso.
Ya es martes, en la semana en la que toca plantar cara a algunas cosas y dejar de lado otras, en la semana de las decisiones que a largo plazo, nos haran estar mejor...

lunes, 19 de abril de 2010

dedíasdeSoL

Llega la época de sol, la de los impulsos como guía de los actos de diario.

Llega, esta vez, sin demasiados agobios, con un par de cosas claras y con los colores más vivos que en otros días de luz.

Alguna canción que recuerda donde estas tú y a cuantos kilómetros de los demás, alguna que te invita a imaginar,

un libro sobre los amores ridículos…

tiempo para pensar, para hilvanar y para volver en la cabecita a los lugares que te hicieron sonreír…

y ahora esperando todo lo nuevo, lo que vendrá a sacarnos de los días que han sido grises y que se han ido tornando negros a medida que pasaban las horas, esperar a que se cumplan los deseos y a que los sueños dejen de ser sueños y pasen a formar parte de estos días de sol…y que las personas se hagan cercanas y reales y que las puedas tocar y sentir sin nada de por medio, amores de sofá que se conviertan en compañía de domingo por la tarde y que los abrazos imaginados lo hagan también…

tiempo para sentarte y comprender, para empezar a verte en el reflejo de los que te quieren, para empezar a hacerles caso y a escucharles de verdad…

quiero más días de brunch, días de día y de sentirte rodeada de los que han buscado un poquito más allá…y más conversaciones de las que siempre sacas algo en claro, más ideas para que siga haciendo, menos actos que me paren en seco y que luego me impidan avanzar.

Y ayer me dediqué a no tener resaca y terminar de leer un libro en el que alguien al que llaman Solo te va dando una pequeña lección en cada una de las cosas que dice o piensa, y aunque hoy me han dicho que ese es un libro no apto para mujeres, yo lo recomiendo desde aquí, porque además de hacerme reír ha hecho que no parara de leer y que no parara de pensar.

Acaba bien el lunes, empieza bien la semana, esto empieza a durar…!!!

Pd; le robo foto a mi compi que se me está haciendo una reportera de momentos de los que luego siempre te acuerdas…

lunes, 12 de abril de 2010

decosasqueparecenotrasyquealfinalpinchan

El otro día compré crisantemos pensando que eran margaritas, pero los crisantemos también son bonitos; esa es la actitud.

Y quiero un cactus que me recuerde todo lo que pincha, aunque alguien cercano me ha recomendado últimamente que lo que pincha mejor mantenerlo lejos, yo prefiero tener presente que esas cosas pinchosas te asaltan cuando menos te lo esperas en forma de mensaje o de grito inoportuno…y a mi cactus le pondré nombre y será una de las tantas cosaspersonasplantas que se pasean por mi vida llamándose así.

Ha llegado la luz a villadestarifo, entra por todas partes, y vuelve nuestro entorno acogedor y de un color rojizo que nos hace estar más cómodas y mejor

Los cambios han sido para bien, las fundas del sofá han tapado viejos descosidos y las ganas se acumulan en algún lugar entre la cueva númerouno y la cueva númerodos, cerca de esa habitación a la que un lunes provechoso y productivo hizo un lavado de cara y le colgó algún póster de los Gigolo Aunts y la llenó de cajas recuperadas de una habitación benicense que se muestra cada vez más vacía de unas cosas y más llena de otras y que te recuerda a otra época a la que ahora ya sabes con certeza que no quieres volver.

Y la montaña rusa parece cerrada por avería o por vacaciones o porque se ha quedado un pulpo enganchado entre las vías, la cuestión es que no puedo subir y eso me hace mantenerme a nivel del suelo todo el tiempo, perfecto para esta época de decepciones y desencantos.

Y la edad me ha debido hacer mayor y sin que me diera cuenta ha calmado el carácter que alguna vez estampó jarrones contra el suelo, y creo que a eso se le llama madurez o puede que pasotismo, ya no lo tengo muy claro…de cualquier manera, se llame como se llame, el tiempo te recuerda que nada es lo que parece y que eso de que las personas no cambian nunca no es demasiado cierto, si que parece que cambian, en algunos casos, puedo asegurar que lo hacen, el problema es que lo hacen a peor…

Y entre tanto pinchazo y crisantemo y nombre repetido parece que me encuentro bien, las bofetadas a mano abierta quitan vendas que tapan ojos que sin venda tampoco verían nada…pero cuando por fin lo ves y superas la rabieta que desencadena la nueva situación, estas un poquito mas cerca de ti misma y un poquito mas lejos de lo que no te aporta nada que te haga sentir bien, después de todo, de cualquier momento, por insignificante que sea, se acaba aprendiendo algo…

martes, 6 de abril de 2010

aempujones

Cuando te empujan y caes en lo primero que piensas es en levantarte, nada más. Ponerte otra vez en pie, sujetarte y apoyarte en lo que te rodea y volver a caminar. Perdonas y olvidas. Sigues.

Al principio andas despacito, mirándolo todo muy bien, con cuidado, con desconfianza.

Tanteas, ojeas y aprendes.

Poco a poco va desapareciendo el miedo y recuperas lo que perdiste la primera vez que acabaste en el suelo , y olvidas el tiempo que te ha costado volver a andar de la misma manera que lo hacías antes, vuelves a relajarte…luego, te vuelven a empujar, vuelves a caer, y otra vez a empezar…

Madrid ha estado lleno de risas y cañas y paseos y más cañas…y Jose que me lleva en coche para que lo vea todo bien y Paz que se preocupa de que lo mire todo bien… Desconectar, construir, imaginarte en otra vida y en otro lugar y preguntarte como sería si fueras un poco más valiente. Volver con ganas, y mas libre, y siendo consciente de que te has recuperado un poco, que no te traes apenas nada de lo que metiste en esa maleta sin fondo.

Castellón ha sido poner los pies en la tierra otra vez y darte cuenta de que por muy lejos que te vayas, cuando vuelves, todo sigue en su lugar, lo bueno y lo malo, claro.

Cuanto más me empeño en comprender a los demás, mas lejos estoy de hacerlo, que miedo da eso…

No puedo ser yo cuando los demás sacan una parte de mi que creía olvidada y tiran de ella hasta que consiguen que sea lo único que se ve, hasta donde se puede tirar es algo que todavía tengo que comprobar, pero creo que estoy a muy poquito de hacerlo…

Lo mejor de volver a casa es volver a casa…lo peor de volver a casa es el mismo obstáculo, en el mismo lugar…menos mal que esta vez he cogido carrerilla…