miércoles, 26 de mayo de 2010

desCOnocidos

La sensación es la misma,
como cuando te cruzas con alguien por la calle que te resulta familiar
y sin conocerlo de nada te parece que habéis compartido paseos por la playa, tardes de domingo
y una mantita bajo un árbol en el parque, que en el caso de nuestra bonita ciudad, más que
parque, sería pinar.
Podemos conocer a las personas o podemos inventarlas e imaginarlas y atribuirles virtudes y defectos dependiendo de lo que nos transmitan al verlas, solo de eso.
No nos hacen falta muchas conversaciones, ni muchos minutos invertidos en que día más bonito ha salido hoy, no hace falta.
Porque yo ya he creado en mi cabeza la persona que mantiene mis horas voladoras más o menos ocupadas, y he decidido de una manera inconsciente como quiero que sea y en el fondo ya me da un poco igual como sea de verdad, no se si sería bueno para mí buscar en mi personaje de cuento las siete diferencias, mejor dejarlo como está.
Cuando solo conoces a alguien de una manera virtual es más difícil (que no imposible) que te decepcione.
Hace un tiempo hablando con fake, que recoge todas mis idas y venidas, coincidimos en que es muy posible enamorarse de una manera de escribir, que a partir de alguna frase escrita a tiempo
podemos crear todo lo demás, somos las dos igual de tremendas e igual de fetichistas muchas veces, y eso, mola.
Es mejor estar algo tarada y tener estas pequeñas dispersiones, que pasarte toda la vida convencida de que no hay nada más que lo que ves, o eso creo… Miércoles de actualización otra vez, creo que los domingos han dejado de ser lo que eran
Besitos a las primaveras, pásenlo ustedes bien!

lunes, 24 de mayo de 2010

unbuenlunesparaestostiempos

Las llamadas a destiempo y a deshora no hacen más que volcarte/aguarte el día. A partir de ese momento todo lo que haces lo haces boca abajo, aguantándote con las manos, haciendo equilibrios absurdos.

Tengo el amigable don de no estar nunca en el lugar adecuado en el momento adecuado.

Como el viernes tuve más que suficiente, el sábado quise huir y refugiarme donde encuentro paz. Y eso hice.

El problema es que donde voy yo va mi cabecita, y con ella tuve que lidiar mientras miraba al cielo desde una tumbona en el jardín.

No merece la pena

Da igual

Ya está hecho

Y mientras, aparece la imagen de alguien madrugando un sábado por la mañana y encontrándose con la necesidad de decir las cosas como mensaje de buenos días.

Me giro en la tumbona, me escondo, no tengo remedio.

Medio día siendo yo, medio sumergida en la lectura. De vez en cuando me asaltan esos miedos disfrazados de vergüenza y cierro el libro de golpe. Repito un par de cosas en voz alta, quito importancia a lo importante y vuelvo a evadirme otra vez.

Mi abuelo me mira desde una distancia cercana, sonríe, no lo ha dicho, nunca dice nada, pero tenerme cerca le da paz, si pudiera nos tendría a todos cerca, siempre. De vez en cuando le pregunto en que piensa, en el pueblo, me dice, ahora estaba pensando en el pueblo. Y ese sentimiento que hay entre la pena y la ternura me aparta del egoísmo que hoy tiene forma de medusa y me acerca a él, me aleja al fin de mí.

La familia amortigua golpes y ofrece una noche apacible en la que duermes como hacía tiempo que no dormías.

Y te despiertan abriéndote la ventana para que entre y te de la luz, te dan lo buenos días y te invitan a sentirte bien.

En el desayuno ya sonríes, y piensas que hoy comprarás el periódico y helado de galletas. Por la tarde vuelves a enfrentarte a una realidad que hace ya casi un año no hubieras imaginado, pero es lo que hay, la constante lucha de gigantes.

De fondo sonaban los Rubinoos, al fondo recuerdos de esas canciones en otras épocas.

Esta mañana he tenido otra conversación conmigo misma y he llagado a la conclusión de que sigo bien.

Además hace sol y miro por la ventana en el trabajo e imagino el verano que quiero tener.

miércoles, 19 de mayo de 2010

definiendo

sensible.

(Del lat. sensibĭlis).

1. adj. Que siente, física y moralmente.

2. adj. Que puede ser conocido por medio de los sentidos.

3. adj. Perceptible, manifiesto, patente al entendimiento.

4. adj. Que causa o mueve sentimientos de pena o de dolor.

5. adj. Dicho de una persona: Que se deja llevar fácilmente del sentimiento.

6. adj. Que cede o responde fácilmente a la acción de ciertos agentes.

7. adj. Mús. Se dice de la séptima nota de la escala diatónica. U. t. c. s. f.

V.

Ya he hablado alguna vez sobre las conversaciones imprudentes, esas que se tienen a horas intempestivas cuando, como muy bien me dijeron el otro día, todos deberíamos quedarnos sin volumen. Y sí, hay días en los que sería mejor quedarse sordo y no escuchar gilipolleces, o tener esos polvitos azules que se compran en la tienda del sinyó visente y despintar al más pintado y quedarte tan a gusto. Porque hay cosas que no deberíamos escuchar y lagrimas que deberíamos guardar en un botecito de nubes rosas para mirarlas de vez en cuando y recordar lo inútiles que fueron.

Esta semana he repetido millones de veces la palabra sensible, en mi cabeza una y otra vez, intentando entender y no entendiendo nada, pensando como cambia el significado de las palabras dependiendo de quien las dice y como las dice, e intentando recuperar el tiempo perdido con pensamientos entrometidos y voladores que se te escapan y cuando vuelven, no hay por donde cogerlos.

Pero el muro cada vez es más sólido y cuesta más derrumbarlo y me río al acordarme y añado otro ladrillo.

Y en mi fortaleza ya hay muchas cosas buenas que borran frases hechas y espantan animales marinos y personajes de ficción que se creen lo que no son con la pena de que con eso se quedan.

Que miedo damos las personas cuando queremos dar miedo.

Hace un par de semanas escuché una voz por teléfono con la que hubiera mantenido una conversación durante horas aunque no la(o) conocía de nada, hoy buscando en una caja la he vuelto a oír y al levantar la cabeza he pensado que tengo muy buen gusto para las voces…en fin…

p.d;mi actualización es rara porque es miércoles, y los miércoles no son mis días de actualizar!

martes, 11 de mayo de 2010

sintitulo

La primera vez que escuché de verdad la palabra cáncer tenía 11 o 12 años y recuerdo que la busqué en el diccionario para ver si me aportaba un poco de luz. Recuerdo el patio del colegio y a mis amigas alrededor, recuerdo que lo más importante era averiguar si el cáncer del que me habían hablado era benigno o maligno, en casa me dijeron que era benigno y el instinto tranquilizador que nos mantiene con los pies en las nubes hizo que me lo creyera.

Tres años más tarde perdía a la persona más importante de mi vida.

Con 16 años decidí que estudiaría psicología. Recuerdo muy poco de la época de hospitales, pero tengo una imagen muy nítida del pasillo, de los médicos hablando en bajito…la imagen de intentar descifrar los susurros, de enterarme a medias e inventarme todo lo demás.

Cuando alguien me pregunta porque me matriculo año tras año en una carrera que arrastro por desgracia como una losa enormemente pesada, siempre contesto lo mismo; yo un día decidí que quería ayudar a los que esperan en los pasillos y creo que aun lo puedo hacer.

Lo que pasa es que la vida te va poniendo trabas y acabas dejando a un lado lo que al final debería ser lo único importante, y te pones excusas a ti misma y a los demás y arrinconas sueños y olvidas porque un día tuviste tan claro lo que querías hacer con tu vida.

Y mi voluntad para un millón de cosas se quiebra cuando me siento delante de los apuntes, y miro distraída por la ventana y olvido que yo no quería olvidar.

Si me preguntan en que curso estoy siempre digo que en décimo, y si lo hace alguien que antes de preguntarme por la carrera ya me caía ligeramente mal, me doy la vuelta y me voy, la mitad de las veces dejándole con la palabra en la boca. Es como cuando las amigas de tu tía te preguntan si YA tienes novio por fin, solo que la sensación es vagamente distinta.

Y ese seguramente será mi mayor fantasma, como ya dije una vez, el de lo no conseguido y lo no terminado, y aunque últimamente nos llevamos mejor, de vez en cuando una punzadita en forma de compañero de fatigas en la cantina de la universidad me hace recordar que antes creía más en las cosas, debe ser otra consecuencia de las perdidas inevitables y de los sentimientos que te provocan esas perdidas inevitables, de las cosas que no asimilas porque no las quieres asimilar.

lunes, 10 de mayo de 2010

enlosestantes

Un lunes sencillo

En una semana que quiero que sea de cosas sencillas

Y las cosas sencillas no tienen porque ser pequeñas, son solo sencillas.

No te exigen demasiado

No te agotan demasiado

No te hacen pensar más de lo que da tu cabecita.

En los mundos paralelos que construimos un viernes casero y enfurruñado las cosas pasan cuando tienen que pasar y como tienen que pasar. No hay escondites, no hay mediastintas, no hay razones para agachar la cabeza, no hay vergüenza que valga.

Y la verdad es que puede que ese decir las cosas lo haya exportado de ese mundo paralelo imaginado a la vida que llamamos real, y ahora mi yo suicida dice las cosas sin demasiados tapujos, aunque al día siguiente todo sea esconderse bajo la manta y reírse de un nuevo salto al vacío.

Siguen pasando las cosas bonitas que te hacen despertarte bien un lunes, aunque no se si son bonitas porque de verdad lo son, o porque tú crees que lo son, en el fondo da igual, si hay algo que he aprendido en estos últimos meses es que las cosas nunca son lo que parecen y las personas, muchas veces, tampoco.

Llevo Dos semanas de una vanesa tranquila y pellizcándose cada vez que algún pensamiento entrometido le zarandea. Dos semanas de silencios en los que los miedos se quedan detrás de la puerta y en los que duermo con la sensación de que me abrazan. Dos semanas más cerca de mí que de los demás.

Dos semanas que, como me dijo un pEz, construyo, no destruyo.

El tiempo acumula propósitos en los estantes y los llena de ganas de ser, de estar, de aprender y de emprender, y la habitación azul ha dejado de ser cueva y le ha crecido un jardín en el que tomar el sol sin salir de casa.

Todo está tranquilo alrededor y mi sobrina empieza a caminar dándome la sabia lección de que si consigues hacer las cosas con la ilusión de la primera vez, todo tiene mucho mas sentido, estoy aprendiendo mucho de mi quitapenas preferida…!

buenasemanatenganustedes, la mía es mas corta de lo normal!!=)

pd; la foto se la robo a fake!

martes, 4 de mayo de 2010

sois

Mientras cocinaba sopa de fresa me dijo que no creía en eso de que todos tenemos una persona perfecta para nosotros, me dijo que estadísticamente eso era imposible, que creer en encontrarte con esa mitad ideal con la de personas y mediopersonas que hay en el mundo, no tenía ni pies ni cabeza. Sus ojos me dijeron otra cosa, y yo, solo la creí a medias.

Sentadas ocupando villadestarifo, cada una con la mente en un lugar, todas juntas por un rato. Se oyen las risas desde la cocina y me río al escucharlas, no hay un sentimiento mejor que el que contagia la risa.

Vosotras sois cada una a vuestra manera, y cada una aporta algo que la une a las demás.

Y sois el bunker que construimos un día de octubre en el que nos pilló el diluvio universal y decidimos compartir empanadillas.

Sois los primeros pasos con los que me volví a sentir bien, las primeras veces que volví a enfrentarme a los fantasmas.

Sois la terapia en la esquina, justo delante de la carroza.

Los fakes que nos decoran y que se han convertido en símbolo de algo.

Sois quitapenas y absorbemiedos.

Sois un; por muy descabellado que parezca, eso a mi también me ha pasado y la carcajada al unísono que eso provoca.

Una mezcla de Confesiones y medios secretos.

Sois las que ocultan cuando hace falta, las que hablan cuando ya queda poco por decir.

Las que subrayan lo bueno y arrinconan lo que sobra.

Un cojín y un colchón y una almohada con la que hacer una guerra cuando desvarío.

Sois un poco todo junto y muchas veces revuelto…

la cordura que sale de ningún lugar cuando nada tiene sentido

sois antitesis y símiles dependiendo del día

y pequeñas bombas de relojería cuando os sentís entre la espada y la pared.

Y sois mi cobijo cuando tengo miedo y mi trampolín cuando necesito despegar.

Y hoy una de vosotras cumple años así que; muchas felicidades Colom!!