Un jueves en las tascas y un día girado, una llamada y una entrada para el tanned tin. Desorientada en mi propia ciudad, de camino al teatro un regalo en forma de mensaje, y la sensación de que a veces las cosas pasan y son buenas y te vuelven a girar el día y te hacen girar a ti…la pena es que luego nada es lo que parece y nada parece lo que es, pero yo me guardo mi regalo en mi cajita de recuerdos, en el lado en el que van los bonitos, ahí se va a quedar…
Un findesemanalargo lleno de cervezas de un trago y cigarros congelados, y de conciertos hermosos y de embobarte mirando muñecas de porcelana tocando el violín, de descubrir cosas y entender otras, de ver como se siente la música, mucha dulzura e intimidad…y el mar al fondo como escenario de unos Clientele preciosos en un domingo con bunker al final, resumen del destarifo realizado, y a casita, a esconder debajo de la manta todo lo que ha sobrado, que también lo hay…
Y otro domingo de blog, pero esta vez sin pulpo y sin cueva…frase de veromal sobre la importancia que tiene o no lo que hacemos y lo mucho o lo poco que nos tiene que importar lo mucho o lo poco que les parezca a los demás, que me hace pensar y darme cuanta de que en el fondo es tan sencillo como eso y que muchos de nuestros males desaparecerían si pensáramos así mas a menudo…pero que le vamos a hacer, no siempre estamos tan lúcidas…
Así que acompañada por una extraña calma que me visita muy pocas veces, termino un findesemanalargo en el que todo ha estado un poco girado y un poco al revés y un poco al derecho y un poco cruzado, pero en el que he comprendido que es mejor así, puede que en todo ese caos acabe encontrando un poco el equilibrio…quien sabe…