lunes, 15 de noviembre de 2010

gracias

Esta noche ha pasado entre pesadillas en las que me perseguían miedos infantiles con sus formas infantiles e imágenes del fin de semana en el que casi cumplí 30 años.
No he podido dormir. Nada.

Me levanto al oír el despertador y pienso que hoy sería el día perfecto para sentarme en la playa con el moleskine entre las manos, una mañana para retar los pensamientos y tirar las losas al mar. El sol recargaría las pilas que se han agotado tras dos días de no parar y empezaríamos a asumir la nueva edad y las nuevas inconsciencias de la nueva edad que ya hemos detectado unas cuantas desde el viernes.
En su lugar me espera la oficina y la ilusión del mar al fondo, justo detrás de la Cámara de comercio que lamentablemente es lo que veo desde aquí.

Pienso en que quiero daros las gracias y en que no sé por donde empezar. Casi sin darme cuenta empiezo;
Gracias.
Por los besos, los abrazos y los guiños.
Por los gestos, las miradas y la complicidad.
Gracias.
Por las caras de pez, la cámara rosa y el despertar cumpleañero.
Por la entrada para el Tanned, los chivatazos en forma de collar, mi(s) “chupa(s) vaquera(s)”, las flores para el pelo, el pijama, el bolso…
Gracias.
Por la cara de mi sobrina cuando vio los globos, la fake postal y el cumpleaños feliz.
Por el sushi, las tartas y todo lo demás.
Gracias
Por las visitas sorpresa, las sonrisas en el fondo y los cuidados intensivos.

Y por todas esas felicitaciones que llenan muros y que te recuerdan que se acuerdan de ti.

Con la esperanza de que este lunes no deje muchas secuelas y con la in-seguridad que nos provocan los cambios afianzo las nuevas bases y vuelvo a empezar.
Rescato mi goma de borrar y no hay manera de hacerte desaparecer, toda la noche corriendo y no lo consigo, ni nos alejamos, ni nos acercamos.
Esta carrera es absurda, yo me rindo.





1 comentario:

BARBARELLA dijo...

De nada por el sushi (eso debería decirlo tu cuñao, los halagos para él), de nada por las lomo-cámara (me encantan las caras de pez pero sobretodo me encanta tu cara cada vez que te preparas para fotografiar), el despertar cumpleañero un placer (lástima no haber tenido más tiempo para prepararte un verdadero desayuno happy)...fue una gran tarde-noche porque estabas feliz y sonreías... lo he echado de menos...

felices 30, me repito!!