lunes, 6 de septiembre de 2010

lapartemaladelosladosbuenos



Grabo en mi retina algunos de los instantes de este septiembre tempranero, sólo 6 días y ya estoy boca abajo.
Y ahora ya sé que; Sí, no dejo de sorprenderme y Sí, esto empieza a ser divertido.

Recupero posiciones y con ellas actitudes y con ellas, espacio, ando falta de espacio. Un lugar donde gritar y que no me escuche nadie, una especie de ateoconfesionario para los viernes raros y sus encuentros aún más raros, para la sal en el cuello y los limones, para lo que no puedo contar y para lo que necesito contarme a mi misma más de una vez, para todo eso que hace que los días normales acaben siendo enrevesados crucigramas.
En ese espacio guardaré lo que me ruboriza, lo que me desconcierta y esos actos camicaces y casi destructivos de los que tanto habla este blog, y cerraré la puerta con llave, y se la daré gustosamente a Agustín para que la custodie, Sí, eso haré.

Recuperar espacios es casi tan difícil como mantenerlos después, casi tanto como mantenerte en línea recta, casi como sobrevivir en este Melrose Place de palo y de palos.

Tener los pies en la tierra más de dos días seguidos empieza a sonar lejano y cada vez más inusual. Y una vez más te sorprendes de como acaba una tarde que imaginabas de dos cañas (y algún quinto con sabor a calamar, que no a pulpo) y que te descoloca para el resto del findesemana, a ver quien es la guapa que vuelve ahora de Nunca Jamás sin la carita de tonta, se admiten valientes voluntaria(o)s…

Sí, sigo sin ver a través de los cristales, dejó de ser prioridad en algún momento de estos dos días de caos pueril, pero mantengo despejada la cabeza, no hay tentáculos a la vista, y eso, conociéndome, es mucho más de lo que le podía pedir a este lunes…

No sé porque nos empeñamos en ver la parte mala de los lados buenos y la verdad es que tampoco entiendo porque los lados buenos, siempre tienen parte mala…en fin!

No hay comentarios: