lunes, 26 de julio de 2010

lavaritamágica

alguna confesión no pedida nos asalta una noche mientras esperamos y nos nubla la vista, nos regala una dosis de inesperada realidad y deja que caiga alguna lágrima adolescente que nos demuestra que nunca estamos a salvo, nunca a salvo de nada, nunca a salvo de nadie
puedo hacerlo gigante, puedo reírme
estar todo el domingo tirada en el sofá
maquinar planes horribles en los que me convierto en la mala malisima del instituto
llorar
desdramatizar
insultar
decapitar amigos ficticios
hablar conmigo misma
hablar con las erasmus
preguntarme muchas cosas
ver Los Puentes de Madison
comerme un trozo(dos trozos) de tarta
sentirme pequeñita
crecer(me)
...Y todo así, sin ningún orden, rodeada de un reconfortante caos...
no hay nada como un jarro de agua fría para calmar fantasías silenciosas que se han ido construyendo a lo largo de los meses a base de pico y pala, nada como una sonrisita que en el fondo y empujada por la distorsión que provoca lo que duele, te llega a parecer maliciosa e hiriente, nada como unas cuantas gotas saladas de esas que limpian en el momento y mucho tiempo después
sorprendentemente me he levantado bien, no he dejado que mi autoestima dominguera me aplastara y no he dejado por una vez que me afecte más de lo que me tiene que afectar, y creo que es porque en mi domingo de transición he pensado que hay partidas que a veces es mejor perder, y que hay cosaspersonas que engrandecemos demasiado y que molaría tener una de esas varitas que los convirtieran en invisibles y no tuvieras que cruzartelos más, le dire a fake que hable con el sinyó visente, a ver que puede hacer por mi esta vez...
se han acabado las vacaciones y sigo regando las ganas que han crecido en el jardín de casa de mis tíos, de momento las voy a dejar ahí, siempre estoy a tiempo de trasplantarlas a villadestarifo, lugar al que por cierto, empiezo a echar mucho de menos
estoy teniendo un lunes entre positivo y revelador, miedo me da... besitosatodosoacasitodos

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hay que seguir plantando ganas, y regarlas mucho porque no deben morir nunca, ni aqui, ni en VillaDestarifo, ni allá donde vayas.
Lo de la varita ya es más dificil.

muaaaaa.
V.