miércoles, 11 de agosto de 2010

lasnoganasdecorrer

Nuestras reacciones inexplicables.

Llamar la atención casi a gritos

Pedir permiso para empezar a olvidar

días de vuelta a dar las mismas vueltas, alrededor de los mismos miedos incrustados y oxidados

No es que quiera marear, es que no sé lo que quiero

Llevo unas cuantas semanas dando paseos imaginarios en la misma moto que un día de pastillitas transparentes(casiinvisibles) me llevó a casa. Y comprobando una vez más que Mi capacidad para atraparme ha crecido en este verano de segunda adolescencia, de dormir en la terraza, de sonrisita de domingo y de meriendas poligoneras.

El bañito en casa de Ale nos quita la resaca y las espinas, el agua nos hace hablar y por fin nos escuchamos las voces que han estado demasiado tiempo calladas y que se han cansado de cansarse y de esperar

Se acerca el ecuador de este mes de despropósitos a una velocidad que da un poco de vértigo y nos paramos poco a pensar para no volver a los orígenes de escondernos, dejaremos el invierno para eso y para recordar las caras y los nombres también.

Ha habido de todo en estos últimos días, un de todo que nos hace despertar de nuestra inconsciencia veraniega y que alimenta las ganas de escaparnos, una vez más. Escucho el sonido que me aleja de aquí y me imagino en otro lugar y me pregunto que me llevaría y que me dejaría y si de verdad sería una solución o un parche y si me sentiría mejor o arrastraría a los fantasmas y si mi goma de borrar borraría mejor en otro escenario, y si…

Está siendo una época de espejismos y de verdades a medio hacer y de estar viviendo en una especie de show de Truman que empieza a ser agotador y frustrante, como si se estuvieran riendo de y con nosotros y lo hicieran desde hace tiempo y te acabas de dar cuenta y todo lo que te pasa parece que lo maneja alguien desde un lugar al que tú ni siquiera puedes llegar para cantarle las cuarenta y quitarle las ganas de complicarte la vida…mierda de casualidades y de tropiezos en este pueblecito maldito del que adoras la playa y aborreces los pulpos…

Me pido un final de semana que me aleje de esta sensación de desconcierto

y que me devuelva las no ganas de salir corriendo

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